sábado, 28 de abril de 2012

Paul McCartney en Paraguay: "PaperBLOG Writer"



Llegó del día tan esperado, luego de su sorpresivo anuncio que confirmaba la venida de una figura tan importante para la música, como para la vida de muchos, quienes crecieron con sus canciones, su historia y todo lo que representa su sola presencia, porque es difícil verlo a él solo, sin pensar en los otros tres, que lo acompañaron en sus inicios, en ese antes y depués del rock.





Innumerables sentimientos encontrados, desde el comienzo de aquel 17 de abril, es que a ese señor se lo debía ver en vivo, antes de morir y en tu propio país. Personalmente, no nací cuando vino el Papa Juan Pablo II, pero creo que la llegada de Paul fue un acontecimiento mas que digno de celebrar, porque se trataba de alguien que hizo mucho mas por la humanidad, de lo que alguien que vino envuelto en un vidrio rectangular pueda hacer. 

No me gusta usar la palabra "Sir", porque McCartney ya tiene un rótulo mucho mas distinguido que ese, es un ex Beatle y esa corona es insuperable, porque solo unos pocos pudieron serlo.

Sin mas vueltas, era un día martes, una longeva cola, como las ganas de ingresar, nos separaban del show. Pee Lopez desde las bandejas haciendo el warm up y el resto que se acomodaba una vez dentro del Defensores del Chaco. Estaban todos, abuelos, padres y nosotros, la generación que llegó después, que heredó el mismo impacto y que supo palparlo hasta hacerlo algo muy propio, porque yo sé que nuestros hijos escucharán a los Beatles.

El escenario y el cuerpo de sonido era el mismo del Citi Field de Nueva York, donde grabó en 2009 su último DVD. Por lo que estábamos en presencia de lo que iba a ser el mejor concierto que tendríamos y por mucho tiempo, solo faltaba el comienzo del show.

Sube Macca a las tablas, delatado por esas enormes pantallas a los costados, acompañado de sus músicos: Rusty Anderson en la 1era guitarra, Brian Ray (Guitarras y bajo), Paul Wickens (teclados) y el genial Abe Laboriel, Jr. en la batería y percusión. Todos integrantes de la orquesta de Paul, desde hace mas de 10 años y destacándose cada uno de ellos. Suena el tema "Magical Mistery Tour", los vientos reemplazados en los teclados, haciendo una copia carbónica de lo que era ese poderoso arranque, en la grabación de estudio, de ese sensacional álbum, titulado como la canción. Ese era el paseo a que nos inducía, muchos continuaron perplejos, siguió con "Junior's Farm" del 74 y muchos que empezaron a tomar consciencia con "All my Loving", del segundo álbum "With the Beatles". Ya era una realidad, Paul que saludaba al público, en todos los idiomas posibles, para deleite de los presentes (el saludo en Guaraní no faltó). 


Continúo con un breve recorrido de temas de su banda "Wings", en la que compartió con Linda McCartney escenarios y giras, posicionándole como el Beatle solista mas exitoso de los cuatro, sonó "Venus and Mars", "Rock Show" y "Jet", de esa joya llamada "Band on the Run" de 1973, pasajes bien aprovechados para esos muchos fans que supo cosechar "Wings", alejándose de la sombra de los Beatles. Mas tarde: "Sing the Changes" de su proyecto alternativo The Fireman. "The Night Before" que te remontaba al álbum y la película "Help", uno de los mejores en el repertorio McCarniano.

No se podía poner mejor, Paul nos comenta que la siguiente canción la grabó con la misma guitarra Epiphone, que sostenía en sus manos, entonces empieza las escalas vocales que anuncian el explosivo tema "Paperback writer", uno de los primeros temas de la banda que no hablaban del amor y que marcarían el rumbo que tomarían años mas tarde, porque de las harmónicas en "Love me Do", hasta las distorsiones en esta canción, se rompía una importante brecha, que luego el álbum Revolver lo explicaría mejor. Continúa con el siempre encantador "The Long and Winding Road", con un Paul sentado en el piano de cola, siguiendo desde ahí con el clásico "Nineteen Hundred and Eighty-Five" también de Wings. 

Llego el momento de presentar un nuevo tema, que compuso para su actual esposa Nancy Shevell, cuyo video había sido grabado recientemente, antes de emprender su gira por Latinoamerica y donde se los ve a los actores Johnny Deep y Natalie Portman, traduciendo la letra de la canción, con el lenguaje de señas. Siguiendo con esa temática, cuando no se podía poner mas emotivo, seguía el tributo a Linda McCartney, cuyo fallecimiento cumplía un aniversario, ese mismo 17 de abril, entonces, se da la terminación de acordes, se suspira y es "Maybe I'm Amazed", una canción  dedicada a su primera esposa, quien le dió el impulso que necesitaba, para afrontar esa difícil etapa post-Beatle, allá por el año 1970.




Macca luego viste una electroacústica y comienza el arpegio de "I've Just Seen a Face", luego vino "And I Love Her" y "Blackbird" para el quiebre de muchos. Paul no daba tregua y el momento emotivo seguía con "Here Today", tema que dedica y habla de su relación con John Lennon, compuesto allá por el año 1982 y producido por el mismo George Martin, mentor del cuarteto desde sus inicios detrás de las consolas, atravesando el vidrio. Pasaron temas como "Dance Tonight" del 2007, lanzada hace exactamente 5 años, cuando Paul cumplió 65. Luego "Mrs. Vandebilt", canción de pegajosos coros, también de "Band on the Run".



No llegamos ni a la mitad del show y Eleanor Rigby se hacía presente, con esa letra sobre la soledad, que hizo continuar la transformación de los Beatles, haciéndolos una banda de estudio más seria y experimental.  Llegó otro pasaje que causó nudos en la garganta, se trata de "Something", con Paul haciendo la introducción ejecutando un Ukelele, para que mas tarde, el grupo de forma al tema en su desenlace, mientras se mostraban imágenes de George Harrison, autor de dicha canción, una de las mas bellas del repertorio Beatle, uno no podía evitar soltar una lágrima, tanto por la cálida melodía que destila "Something", sino porque se trataba del integrante mas callado de todos y al que muchos le rinden un tributo a su manera.



El concierto seguía y la muestra audiovisual empezaba a jugar un rol importante dentro del espectáculo, mas allá de lo musical, siguió la canción homónima al álbum ya mencionado de Wings, se trataba de Band on the Run, un tema que atraviesa varias etapas, hasta encontrar la ruta que lo guía hasta su animado fin. Las pantallas mostraban escenas inéditas de la sesión de fotos para la portada de ese memorable álbum, con los integrantes de Wings posando para la foto, toda una revelación para aquellos que toda su vida vieron la portada del álbum inmóvil.

Como ráfagas, continuó: "Ob-la-di, Ob-la-da", aterrizó "Back in the USSR" y "I've Got a Feeling", tema del álbum "Let it Be" de 1970, cuando los cuatro ya daban sus últimos suspiros como banda, mas bien, ya estaban separados. Paul tenía para rato, mas vivo que nunca para que "A Day in The Life", un tema, que irónicamente habla de su muerte en un accidente, extraído de un álbum de categoría "Diamante", hablamos de "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" de 1967, placa que superó en calidad a "Pet Sounds" de los Beach Boys en su momento, trayéndoles una gran frustración. Para muchos, el mejor álbum que sonó, al menos, en este planeta. 



Se acercaba el final, todo pasó muy rápido y queríamos mas, entonces Paul retorna al piano de cola y sin previo aviso, entona el himno de "Let it Be", junto a las voces que acompañaron de manera unísona. Luego el "Live and Let Die", tema del que creímos estar preparados, pero no, la sorpresa estuvo ahí y los juegos pirotécnicos nos quemaron las pestañas a todos, sin importar en que sector uno se encontraba, era demasiado abrumador, digno para un final, pero sabíamos que había mucho mas. Le acercan un órgano hammon, que sino era la misma, era un replica exacta de la que usó para grabar el tema que siguió, "Hey Jude", cuyo famoso coro, hizo eco en toda la caja de cemento, por varios minutos mas, inclusive cuando Paul ya había abandonado el escenario, antes del "encore", que no tardó. 

McCartney y sus músicos regresan al escenario, nos imaginamos que Paul bebió una poco de agua, cosa que no hizo en todo el show, entonces desde la retaguardia, desde las teclas, interpreta "Lady Madonna", con las imágenes de divas en todos los aspectos, yendo de Frida Kahlo, hasta Marilyn Monroe, pasando por la Princesa Diana y Katherine Hepburn. Luego, un tema, de esos que uno de chico quiso emular con la guitarra, era "Day Tripper" del álbum Rubber Soul y "Get Back", que siempre hace recordar a la última presentación de los Beatles, en la terraza de los estudios Apple, antes que Paul renuncie a la banda. Se retiran nuevamente para un breve descanso y se venía el segundo "bis", con el que cerraría las cortinas de una noche que levitaba de placer.


A su regreso, comienza "Yesterday", tema compuesto por un joven Paul y que había sido presentado en sociedad, ante millones de espectadores en el programa de Ed Sullivan, en 1964, cuando los Beatles llegaron a EE.UU, siendo números 1 en ese país, única condición que Lennon había puesto, para visitar la tierra del gran Elvis. Paul preguntó si queríamos mas rock, ya nos imaginamos todos lo que se venía y así fue, los parlante reventaron con la dinamitosa "Helter Skelter", perteneciente al disco conocido como "The White álbum", un tema que a The Who le hubiese encantado componerla en su momento. Con los tímpanos horadados, era momento para suavizar el impacto recibido, por lo que sigue la también encantadora "Golden Slumbers", canción que es seguida por "Carry That Weight", ambos grabados juntos como una sola pieza, cruzando la calle, en los estudios "Abbey Road", en 1969. Paul McCartney nos mandaba a casa con el último tema: "The End", descargando así todas sus municiones dejándonos la frase Taoísta: 

"Y al final, el amor que te llevas, es equivalente al amor que das.."

Gracias Querido.





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