martes, 24 de mayo de 2011

Documento rescatado, memoria y aniversario: One Man's War (La guerra de un Hombre)

Una película, una historia cercana, muy parecida y demasiado dolorosa. One Man's War (la guerra de un hombre) es el título de la cinta cinematográfica producida por la cadena HBO y Amnistía Internacional en 1991, basados en hechos reales acerca del cruento asesinato del joven Joelito Filártiga (17) por la policía stronista, hijo del doctor y artista Joel Filártiga, un abierto opositor a la dictadura, que brindaba servicios médicos en su clínica en Ybucuí a los más carenciados de forma gratuita. Actividad mal vista por los ojos del régimen que no tardaron en hacer los trabajos de inteligencia buscando alguna conexión de éste con la guerrilla que se formaba en el interior del país donde quedaba su clínica. Sin pruebas que apoyen esa hipótesis, no tuvieron otra que secuestrar a su hijo y torturarlo a cambio de información, fueron muy lejos, su corazón no aguantó mas y dejó de latir luego de 4 horas de tormentos. De ahí parte el histórico juicio a Américo Peña, policía y vecino del doctor en el barrio Sajonia, quien ideó el secuestro y dirigió la tortura.



El film es poco conocido, se proyecto el día 31 de marzo de 2011 por el 35 aniversario de la muerte del adolescente, en el Aula M de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica. El único documento que hay de la película en circulación, fue proveído por el mismo doctor Filártiga a la secretaria de cultura Maria José Lacarruba, el material está digitalizado, pasó muchos años en VHS, está doblada al español y no cuenta con una imagen nítida, pero se puede apreciar perfectamente todos los detalles, los estudiantes contaron con la presencia del doctor y se debatió posteriormente luego de minutos de silencio que cubrieron la sala debido al impacto de la historia que nadie pudo ni quiso aplaudir al finalizar la película.


Protagonizada por Anthony Hopkins como el Dr. Filártiga, Norma Aleandro como la mamá de Joelito y Rubén Blades que interpretó al abogado de la familia Horacio Galeano Perrone. Filmado en México, dirigida por el brasileño Sergio Toledo, un bisoño director cuya carrera detrás de los lentes terminó después de filmar One Man's War, las fuertes discusiones y diferencias artísticas con Hopkins respecto al rumbo que tomaría su personaje y la forma de encararlo, hizo del rodaje un infierno. Esta fue la primera película de Hopkins después de “El Silencio de los Inocentes” que le valió el Oscar como mejor Actor, vale resaltar su buena predisposición para realizar esta película para la TV, de poco presupuesto y sobre un paraguayo. Es notable que se vio conmovido por el caso y no quiso dejar pasar la oportunidad de interpretar a un justiciero, después de participar de una super producción donde interpretó a un caníbal junto a Jodie Foster y el director Jonathan Damme. Queda al descubierto también su sentido de solidaridad con las causas humanitarias, su actuación es sobria y contundente a lo largo de la trama.

One Man's War cuenta con fulgentes recreaciones de lugares de Asunción, como el Ferrocarril, la Chacarita, lugar donde el personaje de Hopkins es llevado por un joven que conoce a alguien que vio a Joelito en la Comandancia de la Policía minutos antes de ser llevado al interrogatorio, el campo del interior sitiado por militares, la pobreza del campesino que es reprimido y atropellado, no faltaron las tristemente célebres “Caperusitas Rojas”, así llamaban, por su color, a los coches de la policía que alzaban a uno sin  saber si volvía y refleja el rostro de la idiosincrasia de un pueblo que en pocas palabras justifica todo lo que hace o deja de hacer “porque estamos en Paraguay”, frase que soltó algunas tímidas risas entre el público, en una escena donde los médicos se le negaban al doctor Filártiga a realizar la autopsia a Joelito, para no meterse en problemas y “porque están en Paraguay”, expresión clásica en muchas personas hasta el día de hoy como osamentas rotas que dejó la dictadura en muchas cabezas. 



En fin, una palingenesia de una época oscura, plasmado en pantalla, con los detalles del terror , el miedo, “la policía del pensamiento” que sabía todo lo que uno hacía y las trabas que el régimen ponía para evitar el juicio a los asesinos, ver a Norma Aleandro sufriendo como madre al ver a su hijo fallecido con el cuerpo muy maltratado en la mesa luego de ser entregado por sus verdugos, dejó a todos con los ánimos horadados. La versión oficial con la prensa cómplice que catalogaba el hecho en sus titulares como “Crimen pasional en Sajonia”, “Chico de sociedad asesinado por marido celoso”, porque la policía colocó su cuerpo en la cama de una vecina cuyo marido tuvo que admitir a presión que el lo mató (de lo contrario le pasaba lo mismo), un sujeto de 1.50 de estatura contra un atleta de 1.80, que medía Joelito, era poco creíble y la lucha de su padre por la justicia empezó. “El caso Filártiga contra Peña” llegó a cortes norteamericanas, fue uno de los primeros juicios por crímenes de lesa humanidad en épocas de dictaduras y sirvió de inspiración para otros juicios alrededor del mundo, este caso pasó por muchas fases, del sensacionalismo a la investigación seria, de un arbitrario veredicto como “crimen pasional” a una Corte Internacional por violación a los Derechos Humanos.

Recomendado film para la memoria, la reflexión y saber más de nosotros a través de otros por medio del arte, en este caso el cine, siendo la única película anglosajona que narra una historia paraguaya con actores muy conocidos y de primer nivel, que se prestaron a realizar la película con buena fe y con la intención de dar un mensaje para no olvidar.



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